El misterio y la historia detrás de este icono.
En 1962, en el Madison Square Garden, el aire estaba cargado de anticipación mientras Marilyn Monroe se preparaba para una actuación histórica en honor al presidente Kennedy en su 45º cumpleaños. Con un aura de misterio y glamour, Marilyn subió al escenario luciendo un vestido deslumbrante diseñado por Jean Louis. El vestido, ceñido y transparente, estaba adornado con más de 2.500 cristales que destellaban bajo las luces del escenario, mientras que los rumores de que Marilyn no llevaba nada debajo agregaban un toque de escándalo y emoción al evento.
El momento se grabó en la memoria colectiva como un símbolo de la conexión entre el mundo del espectáculo y el poder político. Años después, en 1999, el vestido icónico fue subastado por una suma asombrosa de más de un millón de dólares. Cuando se le preguntó al presidente de la empresa compradora por qué habían pagado tanto, respondió con humor: “Lo robamos”. Esta anécdota añadió un toque de intriga y valor a la historia del vestido de Marilyn.
Así, cada vez que se contempla una imagen de Marilyn en ese vestido, se recuerda que no solo es una obra maestra de la moda, sino también un pedazo de historia que sigue cautivando a generaciones con su encanto eterno.










